Hoy empiezo a escribir y seré tan clara como soy y voy a por ellos para intensificar mi situación sentimental, pudiendo conocer seres de interés se los haré saber o de lo contrario moriré en el intento gritando despavorida: ¡¡He perdido mi tiempo y vida en mi acción!!.

sábado, 27 de marzo de 2010

MONTANDO EL MACHO


En la tarde de ayer mi Amigo me vino a visitar, charlamos con unas copas, se notaba algo deprimido, pero no me quiso contar más allá, y ya al anochecer de mí se despidió con un beso en la mejilla, y yo al oído le susurré: "Quédate conmigo, necesito de ti". Me ciñó un ojo y no se hizo de rogar.
Abrimos otra botella y bajamos la intensidad de la luz eléctrica, corrimos las cortinas del ventanal, pusimos un CD de SADE, encendimos unos incíenzos de Nag Champa, a ambos nos gusta ese aroma peculiar y abrazados en el sillón estuvimos charlando con caricias y con suaves besos él me encendió. Lentamente de su ropaje lo desalojé, mientras él estaba sentado y ya desnudo lo pude lamer para obtener su dura envergadura y golosa de su polla me apoderé envolviéndola con mis labios carnosos y lamiéndola con mi lengua felina subía y bajaba en su grosor para después encajármela hasta mi garganta dilatando mis labios y él me tomaba de mi nuca empujando suavemente hacia abajo para que cayera toda su virilidad en lo ancho de mi estrecha garganta y cuando la sacaba de mi boca le daba cosquilleos con la punta de mi lengua en su uretra y volvía a chupar su tan especial muñeco y él se dejaba avasallar por mis labios calientes y el aleteo de mi lengua que no cesaba de jugar con su glande que furioso cada vez me pedía más y parecía botar fuego por su uretra, uff que atrozzzz, de acordarme me deleito, ya después tomó sutilmente mis cabellos sacando mi cabeza de su cabeza tan peculiar y delirante me empezó a besar y de poco en poco me desnudó mientras besaba y mordisqueaba sutil mis hombros, mis senos parecían estallar, mi abdomen se movía tambaleante y para que hablar de todo lo demás que para sólo él yo tengo guardado, pues desde que le conocí no he estado con alguien más. Mi entrepierna era un caldo de fluidos del cual me hizo jadear y su lengua deambulaba por toda mi estrechez desde mi pelvis hasta la hendidura de mis nalgas provocándome temblores sensacionales que por mis músculos y nervios se esparramaron hasta mi mente llegar, no sé cuantas veces me corrí, fueron muchas, y él no dejaba de lamerme entera y yo hambrienta y anhelante con mi vulva caliente - hirviendo en su macho me monté para sentir su exquisita pija como se emplazaba en toda su amplitud y confort haciéndome sentir invadida e inmersa en el placer de sentirme penetrada, lentamente me lo encajé por entre mis pliegues vaginales hasta sus huevos tocar con mis primeras paginas de mi libro sexual y él de mi espalda se apoderó paseando sus feroces manos por mis nalgas a las cuales apretaba y frotando mi esfínter, el cual poco a poco lo dilató y así me poseía, con su erguida polla por mi conchita sulfurosa y su dedo anular en mi intima estrechez y yo enloquecida me dejé poseer sintiéndome en las nubes para después caer devorando su polla en mi embriaguez y anhelante deseo de sentirlo dentro, dentro en toda mi profundidad y con la fricción que se produce al sentirlo metiéndome todo su falo que atravesaba mi conchita que tanto necesita de él y él con sus movimientos pélvicos me lo dejaba caer atravesando mi cuello uterino sin compasión, mientras hacía festín de mis senos, hombros y cuello con su talentosa boca sintiendo en mi cuerpo una erupción de escalofríos, sí hasta mi piel en sus poros florecía. Fue toda una sincronización como me embestía por ambos lados sintiéndome penetrada en su tan especial forma de hacer el amor y yo caí en mi multi
espasmo que hasta el Olimpo me llevaron devorando su cuello con mi jugosa boca hasta que al largo rato él me dejó caer su gutural rugido semejante a un hombre lobo, uarr, uarrrr, uaarrrrrrrrrrrr, indicando que ya no resistía más y mi vagina inundó con su deleitoso semen que corría por mis piernas y yo mordiendo mis labios pensaba "lo he logrado otra vez, je ,je".
Ahí caímos los dos abrazados con nuestros cuerpos sudados en la tan bendita unión para descansar, descansamos un buen periodo y después juntos nos fuimos a duchar, salimos de la ducha y en el sillón abrazaditos descansamos entre copas y copas y después volvimos a retomar, pero eso se los cuento en otra ocasión.
Mon

lunes, 22 de marzo de 2010

Endemoníada


Yo estuve con aquel demonio y entre mis sábanas lo acepté, fue una noche de horror, soportando su tan delicada atención, me tomó de las piernas y me arrastró, me arrastró a quedarme inmóvil y de mi cuerpo se apoderó, arañó toda mi piel y yo exhausta me rendí. El demonio mismo de mi cuerpo se apoderó, y yo con mis jadeos supe soportar, pero mientras él me poseía más me rendía en su juego y forma de devorar.

El demonio me poseyó en mis intimas partes y parte de él me transformó y ahora estoy poseída por el demonio de enloquecerte en mis piernas y que me digas que ya no tienes voluntad, cual es tu voluntad, dímela y yo cumpliré a cambio de tu alma y cuerpo. El demonio me poseyó quieres saber lo que se siente, pues sólo debes llamarme y veras lo que realmente es.

El demonio estuvo conmigo y yo lo poseí, el demonio está conmigo y lo puedo dominar, demonio te atreves a conmigo nuevamente comenzar y dime tú que me lees, ¿te atreves a conmigo estar tal cual soy?.
Mon

martes, 16 de marzo de 2010

Sensación


Ahora ya estoy mejor, ha sido un terror esto de vivir las secuelas del terremoto, sí me siento mejor como unas semanas antes que sucedieran estos movimientos telúricos, tiempo antes en el cual mi Amigo me vino a visitar. Pasamos una velada muy grata bebiéndonos unos tragos en mi departamento, escuchamos a Sade durante toda la noche y por supuesto dimos riendas sueltas a nuestro sentimiento en el cual despertamos abrazados en forma fetal, después de haber tenido una noche con atmósfera de besos, caricias y todo un sinfín y festín de sensaciones erógenas, suspiros y susurros que pululaban en mi dormitorio a los cuales yo traté de retener en mi desbordante mente que atrapó a mi Amigo entre mi femineidad y todo mi arte de amar. Fue tan grato despójarlo de sus pantalones, polera y calzoncillos, estírarle a lo largo de la cama, recorrer sus partes intimas y él se dejaba avasallar con una mirada de goce reconfortante, le lamí entero como buena amante que soy, le dí de masajes en su espalda, hombros, cuello y sí que estaba tenso, pero ya después se entregó a mí, acaricié sus muslos y brazos con ondulantes caricias y ya después me llevé a la boca aquel tan especial juguete varonil haciendo de las mías. Uff, lo hice acabar con mis labios y lengua más el roce de mis pezones en sus piernas, él se dejó amar y mimar con los encantos que yo le entregué en mis ansias por él y él muy agradecido me tomó entre sus brazos y así acarició mi nuca y mollera con leves movimientos de sus dedos depositando suaves besos en mi frente y sien, dormí en su pecho y dormí placida entre su tierna bondad al acariciar.
Al despertar junto a él, después de la ducha, fuimos al mercado y compramos un pescado que le llaman sierra, unos erizos, un buen vino sauvignon blanc y al llegar al departamento él cocinó para mí. Fue una entrada de tortilla de erizos con ensalada de brocolis para terminar con sierra a la plancha, humm aún tengo ese exquisito sabor en mi mente y con las copas de vino helado nos estiramos en la cama para ver una película en DVD. Dormimos unas horas y yo desperté por su juego amatorio que alzó por todas las partes de mi cuerpo, dejándome poseer por sus manos, boca y jadeos en frenesí, más una variada gama de posiciones, fue muy delicado en detallar cada rincón de mi ser para juntos caer en el éxtasis de sentirnos en las nubes y bañarnos en la sublime catarata del placer, placer de compenetrarnos en los limites del alma rasgando cada emoción que sentimos entre nosotros dos con la cualidad de sentirnos bien, muy bien, lo demás no lo detallaré por respeto a su privacidad.
Aún tengo en mi piel su atención, su aroma y sensación, quisiera volver a verle, pero nos hemos dado un tiempo para conocernos mejor y así quizá tener mejor comunicación para explayarnos en aquella sensación.
Mon

sábado, 6 de marzo de 2010

DEPRESION


El post anterior lo tenía archivado desde mucho antes y lo publiqué esta semana en un momento de desatino e inconsciencia. Ahora estoy más tranquila después haber sufrido mi primer terremoto, nunca antes había vivido algo así, terremoto terrenal y existencial, ya que me ha sacudido toda la semana con mis llantos e imágenes que he podido ver en el televisor y mi alrededor . Ha sido doloroso ver como los más pobres han perdido todo, yo he ayudado en mi modestia y he atendido a personas que la verdad fueron asoladas tanto en muertes de sus queridos seres y perdida de enseres en sus hogares, un dolor terrible fue vivir esto. Podría volver a mi país natal, pero pienso que mi destino me trajo a este territorio y acá seguiré hasta cuando tenga que marcharme no sé a que lugar. Deprimida estoy por el dolor que sufren estas pobres personas que no cuentan con un gobierno como el de allá en Francia. Deprimida estoy, pero seguiré con la bondad de ayudar al desvalido y cuidar a mi perrita Dadou, y espero que entiendan lo que dure mi hibernación bloggera. Bikos para todos.
Mon

jueves, 4 de marzo de 2010

MI TERCERA CITA CON YAMAL


Mi tercera cita con Yamal fue el fin de semana venidero, pues yo con todo lo que comí quedé muy satisfecha y dolorida en aquella noche que pasamos juntos. Nos juntamos un día viernes con Yamal y nos fuimos en su moto, pues una amistad de él inauguraba un nuevo restaurant.
Fue un viaje agradable recibiendo la brisa que nos producía el viajar en motocicleta y yo asida de la cintura de Yamal me afirmaba de él a través de su espalda y le garraba su entrepierna dándole de coquetas caricias a tal punto que su virilidad se encendió y en un semáforo pude bajarle el cierre discretamente de su pantalón y así fue como viaje jugando con su glande y grueso cuello sexual, y de vez en cuando llevaba mis dedos a mi boca con su tan intimo sabor y olor saboreando con mis labios y lengua las yemas de mis dedos, saboreando lo que más tarde sería mío en toda su particularidad y dimensión.
Una vez ya dentro del nuevo restaurant nos sentamos en una mesa que ya estaba predispuesta para nosotros y al rato llegó el dueño del restaurant. Saludó a Yamal y a mí me besó en ambos lados de mi mano y dijo a Yamal: "Como siempre tú, muy bien acompañado". Después se retiró. Allí estábamos sentados en la mesa y yo recomencé con mi juego erótico y con mis pies descalzos empecé a rozar sus pantorrillas y Yamal tan sólo me miraba con cara de extasiado, bueno caliente, con cara de caliente. Terminábamos nuestra cena y me dirigí al baño de damas, siendo que al rato se abrió la puerta del baño y era Yamal que se entrometía en el baño y sin decirme nada me tomó por la espalda alojando su mano en mi pubis y su boca se deslizaba en mi nuca llegando a mis hombros, en el baño no había nadie más, cerró la puerta del baño y yo afirmada del vanitorio dejé que levantara mi vestido sacándome mi cola less para quedar desnuda desde mi cintura hacia abajo, mi vagina ya estaba humedecida y golosa dispuesta a dejar entrar al penergúmeno que tanto lo deseaba. Yamal lamió mi vulva rozando mi primeras paginas vaginales traspasándolas con su áspera y astuta lengua, con un escupo en su dedo anular ensanchaba la entrada a la cual iba a penetrar y embestir con sus movimientos pélvicos con los cuales se abatiría en duelo sexual con mi conchita, mi conchita ya humedecida, alojó su cabeza y de un golpe la encajó produciéndome una fricción que me hizo apoyar mis palmas en el espejo. Allí estaba yo siendo ensartada en la confortante pica de mi macho y sostenida de mis caderas, mientras mis manos con mis palmas abiertas se sostenían en el espejo que reflejaba mi rostro con mi boca abierta en un frenético saborear mis labios con mi lengua, mis ojos semi abiertos e idos con la exquisita sensación y moviendo mi cabeza para ambos lados mientras recibía los embistes lascivos de mi Quijote que me atacaba con su lanza sin compasión, sintiéndome yo en un fugaz quejido y un gran ulalá. Sonó un golpear en la puerta del baño el cual interrumpió nuestro sátiro acto. Yo me asusté, bajé mi vestido y Yamal se escondió en una de las casillas de baño, yo rauda me dirigí a abrir la puerta y salí como si nada hubiese ocurrido, dejando a Yamal a su azar. Volví a la mesa que ocupábamos y al rato llegó mi venerado Quijote. Terminamos de cenar y nos marchamos para que otras personas ocuparan la mesa. Íbamos saliendo cuando se nos cruzó el amigo de Yamal diciéndonos: Ya se van, tan luego, quédense para que festejemos en mi privado. Subimos la escala y nos hizo pasar a una amplia sala con un bar en donde habían otras personas en pleno festejo, nos presentó a sus amistades y así fue como fuimos conociendo personas interesantes, sentados en grandes sofás con mesas de centro. Allí conocí a un tipo que bastante petulante era y me asediaba con sus preguntas y temas de conversación de poco interés para mí. Fui al baño hicé mis necesidades y me lavé en el bidet, y al salir del baño estaba esperándome aquel tipo que me asechaba y al abrir la puerta el petulante se metió y me tomó de la mano obligando a quedarme dentro del baño y trató de besarme. Yo le miré con cara de disgusto le dije: Que te crees tú, que llegas y me tomas así por así, espérame. Abrí la puerta del baño y con un gesto llamé a mi Quijote, Yamal entró de inmediato al baño y encaré al tipo diciéndole: sí quieres tener algo conmigo debes poseer mucho más que él. Y le bajé el cierre a Yamal para dejar escapar su gruesa y larga verga a la cual lamí por unos segundos con descaro delante del seudo galán. El tipo se quedó mudo al ver el monstruoso aparato sexual, yo tomé a mi Quijote de la mano diciéndole a mi Yamal: Vámonos de acá, me cargan estos fanfarrones que se las dan de galanes. Yamal al retirarnos agarró al tipo de sus quijadas y con un sarcástico ademán levantó su dedo anular por encima de sus otros dedos, riéndose de aquel patán. Con Yamal bebimos unos tragos y después nos retiramos en forma desapercibida. Nos subimos a la moto y raudos nos fuimos viajando por las calles hasta llegar a un parque y en forma silenciosa buscamos un lugar para estacionar la moto, no hacía tanto frío aquella noche, pero nosotros estábamos muy calientes. Nos besamos por un largo a la luz de la luna que se mostraba en plenitud, yo andaba desnuda debajo de mi vestido, pues mi cola less había quedado en el baño del restaurant, sentía la tierna brisa por entre mis piernas y me senté en la moto con mis piernas abiertas dejando lucir mis lascivas entradas que palpitaban por
comer una presa, esa presa que a nosotras mujeres tanta nos gusta, estaba estirada en la moto como cuando una Sirena se posa en las rocas para tentar a los marinos, al rato Yamal también se sentó desnudo en la moto, yo me agarré del manubrio recostándome en el estanque de bencina con mis senos hacia las estrellas y mi pubis también, pero antes me despojé de mis ropas quedando desnuda. Yamal empezó a apoderarse de mi cuerpo, con ambas manos levantaba mis senos coronando mis pezones con sus lamidas y tiernas mordidas, sus manos recorrían mis axilas, brazos y cuello, quijadas, su boca iban y venían por mi abdomen y ya cuando yo estaba frenética le suplicaba que me lo metiera y Yamal me respondía que le suplicara más aún y yo seguía suplicando: Métemelo, te ruego que me lo metas, métemelo por favor métemelo, por favor métemelo ¡Métemelo!. Cada vez más me excitaba. Y ya cuando estábamos muy excitados me lo metió y yo al sentirlo dentro de mi vagina dejé caer lentamente mi cabeza y cabellos hacia atrás con mi boca abierta en un goce total y con mis ojos perdidos en los vanos obscuros que había entre las estrellas sintiendo el ir y venir de su tan confortante superpolla que se arremetía entre las paginas de mi libro sexual, me entregué al placer de sentirlo dentro de mí besando su cuello, sus hombros y su pecho como toda una fiera. Yo agarrada con mis manos y brazos hacia atrás en el manubrio ejercía presión con mis movimientos de abdomen y arqueaba mi espalda para así sentir como se descalabraba mi cuello uterino que ardiente se dilataba para recibir a tan fenomenal presa que me atravesaba todos mis pliegues entrando cada vez más y catapúltandome hasta las riberas del goce a través de mis cavidades, me solté del manubrio y puse mis brazos encima de los hombros de mi personal violador, mientras con mis movimientos introducía en mi interior todo aquel poderoso miembro que parecía botar fuego por su uretra que incitaba mi cabida vaginal que hambrienta engullía lo que más podía. Allí estaba yo encima de aquel cuerpo varonil mirando a las estrellas mientras me humedecía entera y a la vez mis espasmos me hacían explotar en jadeos y quejidos que de mi boca escapaban hacia el rededor. Ya cuando había acabado muchas veces, me salí de encima de aquel varón que tanto me hacia vibrar, bajé de la moto y me dirigí hacia un árbol que estaba caído y apoyando mis palmas en el árbol, llamé a Yamal. Me puse con mis piernas bien estiradas y en un angulo especial le dejé mi trasero al aire y Yamal de inmediato llegó, me lamía mi trasero y con su dedo anular lo dilataba y con un escupo en mi asterisco anal me lo dejó caer de nuevo, me dejó caer toda su furia y con movimientos de cintura yo empujaba cada vez más hacia atrás para embutirme entera a aquella tan especial anaconda que se desplaza a través de mi nalgas y entraba en mi orificio de atrás que ya estaba dilatado y hambriento en mi placer por comerme esa presa que atentaba en hacerme estallar y afirmada en en el árbol le pedía que me reventara, le suplicaba y así excitarlo aún más. Yamal me daba de palmadas en mis nalgas y yo al sentirlas más me excitaba apretando y dilatando mi estrechez, también él me decía: ¿Quién es mi perra, mi perra quién es?. Yo contestaba: Yo soy tu perra, sí tu perra, soy toda tuya, entera para ti, para ti. Y mi intensidad sexual más se elevaba, Yamal me tomaba de la cabellera tirando de ella y me decía: Perra, perra desgraciada, ¿perra caliente lo quieres todo, lo quieres todo, eres una perra caliente o no?, ¡¡contéstame!!. Yo le contestaba eufórica: Sí, sí, sí soy tu perra, toda tuya, y perra caliente soy, soy perra por ti y lo quiero todo, todo, todo de ti, dame más, más. Mis cabellos estaban tensados en el aire entre mi cuello y las manos de Yamal que ejercían presión dirigiendo mi cabeza a su entero gusto y con mis nalgas revolcándome en la pelvis de Yamal arqueaba mejor mi espalda con movimientos de cintura para así alojar mejor aún dentro de mí aquel tan deleitoso miembro varonil y de vez en cuando en forma sorprésiva recibía palmadas en mis nalgas que me hacían estremecer y apretar mi esfínter mientras mi boca se abría en una gran O para tomar aire en forma irregular y mis ojos estaban en un frenético pestañear, mi cabeza se movía y se movía, mis dientes apretaban mis labios, mis piernas no parecían soportar más y caí al suelo en mis rodillas con mis manos me apoyaba en el árbol y Yamal no me soltaba totalmente excitado en penetrarme hasta acabar y yo trataba de escapar gateando y mi quijote de mis cabellos me sostenía aperrándome en su tan lujuriosa forma. Así fue como entre tirones en mis cabellos y palmadas en mis nalgas, además de su tratarme de "Perra caliente", Yamal me poseyó y me excitó cada vez mejor y una vez más me atravesó su larga y gruesa verga hasta mis intestinos y me hizo elevar mis quejidos y suspiros hasta las estrellas en lujuriantes y grandes ulalás y ya cuando acabó en mi trasero, fue un gruñido que me hizo retumbar mis oídos de placer, mi ano empezaba con su palpitar y pequeños apretones acomodando mi violado asterisco, mientras me corría el semen de Yamal por entre mis tejidos vaginales para limpiarme después. Otra vez había sido ensartada en mi ojo anal traspasándome entera hasta donde pude alojar en mi profundidad aquel tan sensacional miembro masculino que hacia escapar de mi boca abierta quejidos de felicidad y lujuria.
Descansamos un largo rato observando el sin fin de las estrellas, Yamal me acarició entera, me brindó una noche muy especial, pero luego tuvimos que irnos, ya que otros vehículos empezaban a llegar al lugar. Aquella fue nuestra última cita, supe que Yamal atendía a otras mujeres y no quise seguir con él, pues lo quería sólo para mí y él tenía otras mujeres que atender. Creo que fue lo mejor que lo nuestro llegara hasta allí, seguimos siendo amigos en la distancia, él sigue viviendo en París y de vez en cuando me llama a mi teléfono celular para saber que me encuentro bien.
Mon

martes, 2 de marzo de 2010

¡¡Terremotoooo!!


Un besote para todos quienes estén al tanto del después de haber sufrido la furia de la naturaleza en este terremoto con replicas y tsunami incluido. Yo estoy bien, no tuve perdidas y acá estoy atenta a prestar de mis conocimientos y trabajo para ayudar a reconstruir este país que ya es parte de mí.

viernes, 26 de febrero de 2010

MI SEGUNDA CITA CON YAMAL


Con Yamal habíamos quedado en una segunda cita y como el tiempo no se hace esperar, llegó aquel día previamente citado. Yo aún no estaba en plena confianza con Yamal, ya que recién le estaba conociendo su personalidad, pero como ya le conocía su gran peculiaridad me lancé a la cita. Cenamos en un restaurant del centro de París y ya después con el bajativo decidimos salir y caminar, charlamos bastante. Al rato me dice que su apartamento quedaba cerca y si yo gustaba podría subir para estar más cómodos, ya que en ese entonces estaba comenzando una lluvia muy fina y fugaz. Acepté y subimos hasta su apartamento en donde escuchamos algo de música sentados en su sillón, él abrió una botella de tequila y con limón, además de sal nos tiramos unos tragos. Ya después se pueden imaginar lo que sucedió, sí, sí, me apoderé de su verga y la envolvía con mis labios y lengua como si se tratase de un juguete para mí, dilatando mi boca en una enorme O mientras engullía su enorme envergadura sexual. Besé sus obscuras gónadas, me traspasó muchas veces mi vagina que se derretía en los jugos que se producían para lubricar
mi conchita que estaba siendo forzada a soportar al penergúmeno de Yamal. Acabé varias veces, no las enumeré, pero sí las disfruté mucho en mi candor uterino, uff, uff estaba todo bien hasta que él me pidió actuar a través de mi tan intima parte. Al principio me negué, pero debido a la tupida petición por parte de él, tuve que aceptar y más que algo ebria estaba, me tiré a la parrilla de Yamal.
Estábamos en el sillón y él me puso en cuclillas, besó y lamió sutilmente toda la curvatura y costura de mi espalda, me dio de masajes y de apoco se acercaba hasta los limites de mi ano con su lengua dándome esos tan apetecibles anilingus que entraban golosos en mi cavidad anal produciéndome pequeños impulsos que se iban por mi espalda hasta llegar a mi cerebro, inundó mis nalgas e interior con un lubricante, puso la cabeza de su penergúmeno en la entrada de mi esfínter y lentamente fue alojándole, y en su primera arremetida yo sintiendo aquella bestia sexual en mi cavidad me propulsé hacia arriba con mis brazos en alto y luego caí en el piso algo atontada y Yamal me tomó en sus brazos preguntándome si yo estaba bien. Al sentir su grueso pene no pude resistir y caí algo aturdida con mi frente sudada diciéndole que no, no podía soportarlo. Después de un rato volvimos a intentarlo, yo me estiré nerviosa de guata en la lanuda alfombra con unas almohadas en el piso, mis piernas y brazos estirados y endebles los poseía un leve escalofrío. Yamal volvió a lubrícarme bien con una pomada viscosa y se alojó en mi trasero y de poco en poco fue introduciendo su pija, y mientras iba entrando en mi ano mis dedos se agarraban a la alfombra arañándola, mis piernas tensas cada vez se estiraban más y mi esfínter se retorcía y dilataba a medida que se iba encajando aquella monstruosidad dentro de mí, mis dientes se apretaban y se me escapaban gemidos de dolor y sin aguantar más me puse a llorar diciéndole tú me quieres hacer daño, déjame, déjame, me duele , me dueleeee y Yamal sin mediar me tapó la boca con su mano derecha y con la otra me sostenía de mis brazos por encima de mi cabeza, sus piernas abrían las mías para que yo no me moviese y así fueron aún mayor sus embestidas desgarrando mi ano, yo lloraba y lloraba sin poder hacer más y Yamal totalmente enloquecido me metía más adentro su asesina verga, esa pitón que se emplazaba furiosa en la juntura de mis nalgas y que no dejaba de violarme, yo balbuceaba entre lagrimas y llanto, y él sin piedad saciaba su apetito sexual en las paredes de mi ano que cada vez lo sentía más dilatado y ardiente. Yo me rendí dejando mi trasero a su entero gusto y movimientos, mi cabeza parecía explotar y lo único que podía hacer era llorar y aguantar, aguantar cada movimiento de fricción que se producía en mi ano. Después fue transformándose gradualmente en placer, bueno también estaba el ardor, pero me empezó a gustar. Y al rato yo perra furiosa más le paraba mi culo para hacerlo entrar todo en mi retorcer y jadeantes movimientos devorándolo a través de mis paredes intimas. Yamal se sentó en su diván y yo sentándome de a poco en poco en su glande lo hacía entrar en mi ano que parecía explotar al introducirse aquel feroz y rígido miembro masculino, pero no di tregua hasta que logré tragarme a esa bestia por mi culo en cada sentada abriendo
mis nalgas con mis manos para alojar a lo largo de mi profundidad anal a tan bestial nuevo residente que me estaba atravesando entera hasta mis intestinos, Yamal se estiró en el diván y yo me recosté en su pecho dándole la espalda y así seguir apoderándome de su monstruosidad a través de mi violado ano, él me tomó de mis muslos y fue levantándolos en el aire y así me arremetía mejor con feroces embestidas en las cuales cada vez yo tomaba aire profundo y lo exhalaba lentamente, yo mordiendo mis labios me saboreaba ante tan exquisita sensación de sentirme atravesada por tan grandioso falo y golosa cada vez me lo acomodaba mejor con suaves movimientos de cadera. Yamal me poseía por mi ano y también me daba de masajes en mi clítoris mientras suave me mordía la espalda, el cuello y los lóbulos de mis orejas, también rozaba mis pezones con su otra mano y en ese movimiento estuvimos un buen rato en el cual yo apretaba sus muslos y nalgas hacia arriba para que cabíese todo ese grueso rollo de nervios incluyendo los limites de sus escrotos, hasta cuando ya empezó mi nuevo clímax y en ese momento estando sentada encima de él me agarró de mis hombros produciendo fuerzas hacia abajo para encajarme toda, toda, toda y entera su tan prodigiosa presa en mi interior siendo invadida en mi profundidad anal, fue una sucesión de corridas, acabadas y orgasmos que inerte me dejaba perforar a su entera voluntad con mis ojos semi-abiertos e idos en el placer, mi cuerpo se tambaleaba para todos lados con mis senos al aire, mis cabellos en torbellino y húmedos estaban por mi transpiración mientras Yamal me agarraba con ambas manos de la cintura totalmente poseído para meterme lo más dentro posible su bestial virilidad que hacía de las suyas y a la vez me otorgaba la sensación de explotar en el placer de entregarme en cuerpo y alma a tan dichoso sentir, sentí que volaba en las nubes y el único puente que me mantenía en la tierra era su tan deleitoso miembro que destrozaba toda mi voluntad, mi ano estaba conectado directamente con mi mente por donde transitaban mis impulsos y estímulos otorgándome el placer sexual e inclusive hasta algunas babas me corrían por entre las comisuras de mis labios, ya después sentí el gruñir de Yamal indicando que él también acababa, acababa dentro de mí y sentí la viscosidad que chorreó lo interno de mi trasero entrando y sacando su polla que estaba siendo lubricada también con su semen el cual pude sentir con la yema de mis dedos, ya sin fuerzas me tumbé a lo largo del diván y Yamal también, caímos exhaustos y yo tocando mi esfínter sentía la viscosidad de su semen que mi ano expulsaba en mi palpitar, fue todo un nuevo placer el conocer y sentirme desgarrada en mi parte de atrás. Uff de acordarme se me para el trasero y empiezo a apretar mi esfínter anal.
Después de estar recostados descansando y haber llevado a cabo nuestro rito sexual con Yamal nos duchamos y nos fuimos de carrete a una discoteque, como dicen acá en este país, pero yo al bailar en mis movimientos de cadera sentía la incomodidad de haber sido atravesada en mi profundidad anal por el penergúmeno de Yamal, en todo caso lo profanada y lo bailado nadie me lo puede negar e imaginar, ¿o si?.
Mon