Hoy empiezo a escribir y seré tan clara como soy y voy a por ellos para intensificar mi situación sentimental, pudiendo conocer seres de interés se los haré saber o de lo contrario moriré en el intento gritando despavorida: ¡¡He perdido mi tiempo y vida en mi acción!!.

viernes, 26 de febrero de 2010

MI SEGUNDA CITA CON YAMAL


Con Yamal habíamos quedado en una segunda cita y como el tiempo no se hace esperar, llegó aquel día previamente citado. Yo aún no estaba en plena confianza con Yamal, ya que recién le estaba conociendo su personalidad, pero como ya le conocía su gran peculiaridad me lancé a la cita. Cenamos en un restaurant del centro de París y ya después con el bajativo decidimos salir y caminar, charlamos bastante. Al rato me dice que su apartamento quedaba cerca y si yo gustaba podría subir para estar más cómodos, ya que en ese entonces estaba comenzando una lluvia muy fina y fugaz. Acepté y subimos hasta su apartamento en donde escuchamos algo de música sentados en su sillón, él abrió una botella de tequila y con limón, además de sal nos tiramos unos tragos. Ya después se pueden imaginar lo que sucedió, sí, sí, me apoderé de su verga y la envolvía con mis labios y lengua como si se tratase de un juguete para mí, dilatando mi boca en una enorme O mientras engullía su enorme envergadura sexual. Besé sus obscuras gónadas, me traspasó muchas veces mi vagina que se derretía en los jugos que se producían para lubricar
mi conchita que estaba siendo forzada a soportar al penergúmeno de Yamal. Acabé varias veces, no las enumeré, pero sí las disfruté mucho en mi candor uterino, uff, uff estaba todo bien hasta que él me pidió actuar a través de mi tan intima parte. Al principio me negué, pero debido a la tupida petición por parte de él, tuve que aceptar y más que algo ebria estaba, me tiré a la parrilla de Yamal.
Estábamos en el sillón y él me puso en cuclillas, besó y lamió sutilmente toda la curvatura y costura de mi espalda, me dio de masajes y de apoco se acercaba hasta los limites de mi ano con su lengua dándome esos tan apetecibles anilingus que entraban golosos en mi cavidad anal produciéndome pequeños impulsos que se iban por mi espalda hasta llegar a mi cerebro, inundó mis nalgas e interior con un lubricante, puso la cabeza de su penergúmeno en la entrada de mi esfínter y lentamente fue alojándole, y en su primera arremetida yo sintiendo aquella bestia sexual en mi cavidad me propulsé hacia arriba con mis brazos en alto y luego caí en el piso algo atontada y Yamal me tomó en sus brazos preguntándome si yo estaba bien. Al sentir su grueso pene no pude resistir y caí algo aturdida con mi frente sudada diciéndole que no, no podía soportarlo. Después de un rato volvimos a intentarlo, yo me estiré nerviosa de guata en la lanuda alfombra con unas almohadas en el piso, mis piernas y brazos estirados y endebles los poseía un leve escalofrío. Yamal volvió a lubrícarme bien con una pomada viscosa y se alojó en mi trasero y de poco en poco fue introduciendo su pija, y mientras iba entrando en mi ano mis dedos se agarraban a la alfombra arañándola, mis piernas tensas cada vez se estiraban más y mi esfínter se retorcía y dilataba a medida que se iba encajando aquella monstruosidad dentro de mí, mis dientes se apretaban y se me escapaban gemidos de dolor y sin aguantar más me puse a llorar diciéndole tú me quieres hacer daño, déjame, déjame, me duele , me dueleeee y Yamal sin mediar me tapó la boca con su mano derecha y con la otra me sostenía de mis brazos por encima de mi cabeza, sus piernas abrían las mías para que yo no me moviese y así fueron aún mayor sus embestidas desgarrando mi ano, yo lloraba y lloraba sin poder hacer más y Yamal totalmente enloquecido me metía más adentro su asesina verga, esa pitón que se emplazaba furiosa en la juntura de mis nalgas y que no dejaba de violarme, yo balbuceaba entre lagrimas y llanto, y él sin piedad saciaba su apetito sexual en las paredes de mi ano que cada vez lo sentía más dilatado y ardiente. Yo me rendí dejando mi trasero a su entero gusto y movimientos, mi cabeza parecía explotar y lo único que podía hacer era llorar y aguantar, aguantar cada movimiento de fricción que se producía en mi ano. Después fue transformándose gradualmente en placer, bueno también estaba el ardor, pero me empezó a gustar. Y al rato yo perra furiosa más le paraba mi culo para hacerlo entrar todo en mi retorcer y jadeantes movimientos devorándolo a través de mis paredes intimas. Yamal se sentó en su diván y yo sentándome de a poco en poco en su glande lo hacía entrar en mi ano que parecía explotar al introducirse aquel feroz y rígido miembro masculino, pero no di tregua hasta que logré tragarme a esa bestia por mi culo en cada sentada abriendo
mis nalgas con mis manos para alojar a lo largo de mi profundidad anal a tan bestial nuevo residente que me estaba atravesando entera hasta mis intestinos, Yamal se estiró en el diván y yo me recosté en su pecho dándole la espalda y así seguir apoderándome de su monstruosidad a través de mi violado ano, él me tomó de mis muslos y fue levantándolos en el aire y así me arremetía mejor con feroces embestidas en las cuales cada vez yo tomaba aire profundo y lo exhalaba lentamente, yo mordiendo mis labios me saboreaba ante tan exquisita sensación de sentirme atravesada por tan grandioso falo y golosa cada vez me lo acomodaba mejor con suaves movimientos de cadera. Yamal me poseía por mi ano y también me daba de masajes en mi clítoris mientras suave me mordía la espalda, el cuello y los lóbulos de mis orejas, también rozaba mis pezones con su otra mano y en ese movimiento estuvimos un buen rato en el cual yo apretaba sus muslos y nalgas hacia arriba para que cabíese todo ese grueso rollo de nervios incluyendo los limites de sus escrotos, hasta cuando ya empezó mi nuevo clímax y en ese momento estando sentada encima de él me agarró de mis hombros produciendo fuerzas hacia abajo para encajarme toda, toda, toda y entera su tan prodigiosa presa en mi interior siendo invadida en mi profundidad anal, fue una sucesión de corridas, acabadas y orgasmos que inerte me dejaba perforar a su entera voluntad con mis ojos semi-abiertos e idos en el placer, mi cuerpo se tambaleaba para todos lados con mis senos al aire, mis cabellos en torbellino y húmedos estaban por mi transpiración mientras Yamal me agarraba con ambas manos de la cintura totalmente poseído para meterme lo más dentro posible su bestial virilidad que hacía de las suyas y a la vez me otorgaba la sensación de explotar en el placer de entregarme en cuerpo y alma a tan dichoso sentir, sentí que volaba en las nubes y el único puente que me mantenía en la tierra era su tan deleitoso miembro que destrozaba toda mi voluntad, mi ano estaba conectado directamente con mi mente por donde transitaban mis impulsos y estímulos otorgándome el placer sexual e inclusive hasta algunas babas me corrían por entre las comisuras de mis labios, ya después sentí el gruñir de Yamal indicando que él también acababa, acababa dentro de mí y sentí la viscosidad que chorreó lo interno de mi trasero entrando y sacando su polla que estaba siendo lubricada también con su semen el cual pude sentir con la yema de mis dedos, ya sin fuerzas me tumbé a lo largo del diván y Yamal también, caímos exhaustos y yo tocando mi esfínter sentía la viscosidad de su semen que mi ano expulsaba en mi palpitar, fue todo un nuevo placer el conocer y sentirme desgarrada en mi parte de atrás. Uff de acordarme se me para el trasero y empiezo a apretar mi esfínter anal.
Después de estar recostados descansando y haber llevado a cabo nuestro rito sexual con Yamal nos duchamos y nos fuimos de carrete a una discoteque, como dicen acá en este país, pero yo al bailar en mis movimientos de cadera sentía la incomodidad de haber sido atravesada en mi profundidad anal por el penergúmeno de Yamal, en todo caso lo profanada y lo bailado nadie me lo puede negar e imaginar, ¿o si?.
Mon

10 comentarios:

El Drac dijo...

Qué bonito relato, muy excitante, de los mejores que he leído te felicito. Un abrazo

Anónimo dijo...

el relato muy bueno, bacanas las imágenes, xxx al tope.
un abrazo

Tatiana Aguilera dijo...

Lo comido y bailado no te lo quitará nadie...Intenso relato, erótico total.
Un abrazo.

MORGANA dijo...

Mon...cuanto tiempo..sigues en tu línea de relatos eróticos y de lo más sexuales...esperaré la tercera parte¿No?
Besos.
Morgana.

Paco Alonso dijo...

Hermosa imagen y letras nos acercas en este día.
Ha sido un placer acercarse a tu espacio.

Gracias por compartir.

Cálido abrazo.

La Maga Maggie dijo...

Hola Mon, gracias por tu visita en mi blog, me quedo en el tuyo que parece muy interesante...

Hasta pronto!

Besos alados

La Maga

Anónimo dijo...

A volar la imaginación… simplemente.

Un placer leerte.
Saludos.

Tatiana Aguilera dijo...

Amiga: espero que estés bien, lo peor ya pasó, quedan las desesperantes réplicas, pero aquí estamos. Ojalá te encuentres bien, saludos corazón.

Rodolfo de Jesús Cuevas dijo...

Mon:
Amiga querida, escribo un poco preocupado por ti y todos allá en Chile; espero estés bien, cuídate, pues te aprecio mucho. Volveré a leerte con detenimiento.
Mis abrazos cálidos y solidarios para ti y los hermanos chilenos.

Adrianina dijo...

Bueno, pero que tremendo Yamal, te dejó exhausta.!
Bien lo reflejás sobre e final; quien te quita lo bailado, no es fácil escribir literatos de este estilo, lo hacés muy bien.

Bsos